La imaginación es lo más valioso que tiene el ser humano. Nos ayuda a afrontar los retos de la vida: cómo afrontar el miedo a la oscuridad, cómo subir unas escaleras enormes, cómo ir a comprar el pan, cómo relacionarnos con los demás, etc…
Imaginaba ser el protagonista de mundos increíbles, realizaba fuertes con las sábanas y enfrentaba ejércitos de ositos contra el temible hombre del saco y se convertía en un detective algo despistado cuando quería cazar al ratoncito Pérez, cada vez que se le caía un diente.
Mediante la imaginación, y con la creación de juegos, afrontamos retos. Y la experimentación que ello nos aporta, nos ayuda a crecer.
“…Si me convierto en una luciérnaga con unas grandes alas y con una linterna sujetándola en el pecho, la luz recubre toda la habitación y nunca entrará la oscuridad. Si convierto las escaleras en una gran montaña con mi Tabla curva, será más divertido subirlas y bajarlas, como en el tobogán. Y si me pongo mi disfraz de superhéroe, salvaré a los demás niños de la clase y así podremos jugar juntos….”- esto es lo que pensaba el pequeño Nico.
Hoy os queremos hablar de la creación y la importancia que tiene el crear los mini mundos. Para ello podemos utilizar diversos materiales, como por ejemplo: arena, madera, flores, piedras, piñas, hojas secas, frutas, pinturas, papel, etc. Y otros materiales que les podemos aportar nosotros los adultos (para estimularles más, completando el juego) como: Kits heurísticos de Grapat (Nins carlota o la plataforma de las 4 estaciones, los cuencos,…), bloques de madera de formas geométricas, el arco iris y algún accesorio de Grimms y los Animales y tubos de Safari.
Mediante los distintos materiales que le podemos sugerir o aportar al niño, irán materializando sus pensamientos, los irán poniendo en marcha y así podrán crear lugares y juegos que ellos solos podrán gestionar como quieran, libremente.
Los mini mundos, en realidad, les ayudan a fomentar el juego simbólico, de esta manera, pueden recrear momentos de la vida cotidiana mediante la creación de distintos hábitats reales o imaginarios a una pequeña escala. En este caso, los protagonistas no serán ellos, sino que serán los directores del proyecto. Los protagonistas serán “los nins, los leones, unas casas multicolor y aros, y los grandes dinosaurios que se acerraban entre la cama y las rocosas montañas de los cojines del pequeño Nico y que no estaban dispuestos a ceder su territorio a los pequeños felinos”.
De esta manera, el niño, al ser el director de su juego y no el protagonista directo, se abstrae y puede ver las cosas con distintas perspectivas. Puede que realice con los mismos materiales distintos juegos para trabajar de esta manera distintos retos; ya sean matemáticos, mediante la clasificación de animales , formas o colores; o de sentimientos: la rabia , la lucha entre los distintos animales, el miedo, cuando creamos cobijo o realizamos familias con los mismos.
Nosotros, desde Sapaburu, os proponemos estos materiales para que vuestros peques puedan crear los mini mundos y que puedan jugar libremente y crecer felices.